domingo, 11 de outubro de 2020

Cabo Sunion


El cabo Sunio penetra en el mar Egeo, en el litoral de Grecia, y se alza 60 metros sobre este. Está a 65 kilómetros de Atenas, lo que implica un recorrido moroso y serpenteante por la costa de una hora y media en autobús. Es un sitio solicitado por los visitantes desde antiguo, porque su majestuosa altura está presidida por un templo dedicado a Poseidón. Ya Homero, en la Odisea, se refirió a este lugar como “sagrado”. La primera construcción en este emplazamiento privilegiado data de principios del siglo V antes de Cristo, pero los persas arrasaron el lugar antes de poder completarla. Sobre sus ruinas se erigió el templo actual, de estilo dórico, con un diseño períptero (rodeado por un peristilo exterior de 13 columnas en sus lados largos y seis en los cortos) y anfipróstilo (con dos pórticos en ambos extremos). Hoy solo quedan 16 de sus 38 columnas originales, pero estas aún conservan su característica blancura, ya que el mármol del que están hechas no contiene hierro. El Partenón de Atenas, por ejemplo, está fabricado con mármol pentélico, lo que provoca sus reflejos amarillentos y dorados.

Justamente la relación entre el Partenón y el templo de Sunio resulta muy remarcable. Es bien sabido que el emblema arquitectónico de Atenas está dedicado a la diosa Atenea, y fue erigido en época de Pericles (499-429 a.C.). Según el mito, Poseidón y Atenea se disputaron el dominio del Ática. Atenea ganó la batalla y por eso la capital de Grecia lleva su nombre, pero los griegos desagraviaron a Poseidón dedicándole el promontorio de Sunio.

Joan Garì en El País (03.06.2024)El País (03.06.2024)

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