luns, 31 de xullo de 2023
domingo, 30 de xullo de 2023
De carballos e druidas
sábado, 29 de xullo de 2023
venres, 28 de xullo de 2023
Polleiro
Sempre me pareceu emocionante ver a un home ouriñar, un momento íntimo no que o home sostén o seu pene con naturalidade, é perfecto para observar o seu pene flácido, ver como o sostén entre os dedos; o elemento sexual parece estar ausente aínda que está presente
xoves, 27 de xullo de 2023
mércores, 26 de xullo de 2023
martes, 25 de xullo de 2023
luns, 24 de xullo de 2023
Despedida de Héctor (Ilíada: canto VI)
“A ella a su vez le dijo el gran Héctor, el de resplandeciente casco:
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Karl Friedrich Deckler: Héitor despídese de Andrómaca e Astianaque (ca. 1918) |
domingo, 23 de xullo de 2023
sábado, 22 de xullo de 2023
Poema de Idea Vilariño para Juan Carlos Onetti
Este poema é de Idea Vilariño para Juan Carlos Onetti. Cuando Onetti caeu doente nun hospital, Dolly, a súa esposa, deixounos sós para se despediren porque sabía que ela fora amante del. "Era o de sempre; tíñame nas súas mans, partíame en dúas", recordaría anos máis tarde.
xoves, 20 de xullo de 2023
mércores, 19 de xullo de 2023
martes, 18 de xullo de 2023
Marisa Roësset: Autorretrato estomballada
Este malpicán de 25 anos ten tres traballos para poder comprar o seu propio barco
«Sempre quixen ser patrón, e se eu non pelexo polo meu futuro, quen o fará?», explica César Garrido Pena, que está enrolado nun barco, traballa nunha empresa de desbroces e é camareiro nunha pizzería.
luns, 17 de xullo de 2023
sábado, 15 de xullo de 2023
venres, 14 de xullo de 2023
mércores, 12 de xullo de 2023
martes, 11 de xullo de 2023
Enric Juliana, sobre el debate
Sánchez, de nuevo mal asesorado, acudió al debate como si fuese a su primera comunión con el rosario de los datos económicos. No sabía a quien tenía enfrente. Se puso nervioso y de presidente pasó a aspirante. Tuvo buenos golpes pero le faltó relato de fondo. Le faltó futuro.
El golpe de efecto de Feijóo con la firma del pacto de abstención mutua asegurada fue eficaz y era esperable. Sánchez podía haberlo firmado, añadiendo una cláusula: empezamos por Extremadura. De haberlo hecho hoy la jornada sería muy interesante.
Sánchez sale del debate con el rótulo ‘perdedor’. Feijóo sale del plató con el rótulo ‘mentiroso’. Hoy será el dia de la comprobación de los datos erróneos y falseados. El debate, mal moderado, fue una ruina como acontecimiento ciudadano.
Cadía se aprende algo nuevo. He calificado de ‘datos de fragmentacion’ la munición de Feijóo. Me comentan que recurrió al Gish Gallop: ‘técnica retórica en la que un contendiente intenta abrumar a su oponente con una cantidad excesiva de argumentos sin contar con su veracidad’.
Treinta años después, los dos debates González-Aznar nos parecen obra de la Academia de Atenas. En treinta años se ha producido una pavorosa desarticulación del discurso político. Hemos de preguntarnos si toda la responsabilidad recae en la fragmentación digital.
Debate mal moderado. Lo diré de otro modo: Manuel Campo Vidal, periodista forjado en los años setenta, subió ayer al Olimpo.
¿Y ahora qué? Ahora la campaña se puede hacer larga a todos los contendientes, a todos y a todas, puesto que hemos visto el revés de la trama y la gente aún está más enfadada con la política y con el periodismo que no modera.
Y ahora a Sánchez no le queda otra que ponerse un sayo franciscano y esperar un apoyo reactivo. Y a Núñez no le queda otra que evitar la arrogancia y el ensañamiento.
Creo que muchas personas intuyeron anoche hacia dónde puede dirigirse este país en los próximos años. De esa reflexión silenciosa saldrá el resultado del 23J.
luns, 10 de xullo de 2023
Semestre de libros
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Hashime Murayama: Hipocampos (1920) |
Lixeiro, de Ismael Ramos.
Los funerales de la Mamá Grande, de Gabriel García Márquez.
Riccardino, de Andrea Camilleri.
Sargadelos, de José Filgueira Valverde.
Os fillos da fame, de Ismael Ramos.
Los besos en el pan, de Almudena Grandes.
A gruta da torre, de Lois Pérez.
Lorca. Un poeta en Nueva York, de Carles Esquembre.
As malas mulleres, de Marilar Aleixandre.
Canta la hierba, de Doris Lessing.
El manuscrito carmesí, de Antonio Gala.
Mira las luces, amor mío, de Annie Ernaux.
Na noite estrelecida, de Ramón Cabanillas.
domingo, 9 de xullo de 2023
venres, 7 de xullo de 2023
xoves, 6 de xullo de 2023
San Juan de la Cruz: Noche oscura del alma
mércores, 5 de xullo de 2023
martes, 4 de xullo de 2023
Ismael Ramos: ¿Quién dispara al corazón de mi padre?
Conversando en la librería Numax con Bibiana Collado a propósito de algunas de las ideas de su libro 'Yeguas exhaustas', ambos coincidíamos en que nos era imposible expresar en el texto la manera en que la precariedad lleva hasta el límite los cuerpos de nuestros padres. Cómo ellos encarnan un cansancio extremo, febril. Lo único en lo que pienso cuando pienso en la fuerza de trabajo: un animal que tira, que continúa. No es algo generacional —median dos o tres décadas entre los padres de Bibiana y los míos—, estoy seguro de que la conciencia sobre el propio cuerpo y esos dientes apretados existen también ahora mismo entre los nacidos en los 90 o los 2000. Papá trabaja, de media, unas once o doce horas diarias. De lunes a viernes. No cuento los desplazamientos. Hubo épocas en que fueron más, otras menos. Hacia finales de junio el moreno en su brazo izquierdo es la marca inequívoca de eso que el poeta clásico dio en llamar los trabajos y los días.
La verdad es que yo no me parezco casi nada a mi padre. Compartimos, como mucho, un sentido del humor y una curiosidad insaciable por el mundo que empleamos solo para competir entre nosotros o delante de mi madre y mi hermana. Nunca como punto de encuentro. En algunos momentos de mi vida, supe que él me quería porque mamá se esforzó en convencerme de ello. Supongo que haría lo mismo con él.
Mi padre no planeó tener un hijo maricón, ni una mujer pensionista a los cuarenta, ni una hija indecisa. Tampoco deseó un escritor en la familia, ni creo que le guste este artículo. Le preocupa que no ahorre —sin ser él un gran gestor—, que viaje demasiado, que este no sea un trabajo lo suficientemente serio —incluso ahora que soy funcionario— y que poco a poco me conduzca a la ruina este estilo de vida, este desclasamiento que él mismo, sin saberlo, propiciaba cada vez que se sentía orgulloso de mis logros. Él, que deseó que yo fuese su opuesto y que, aun así, no me alejase nunca demasiado.
El corazón se estira, se llena, se encoge de nuevo y siempre hay algo que se va desgastando: la piel curtida del lado izquierdo del cuerpo o los dedos entre los que se sostienen treinta y cinco años de cigarrillos. Y, de pronto, un día, hay algo que se rompe.
Puede que fuese mi homosexualidad, las primeras vacaciones en el extranjero, el gusto por los restaurantes, todos los libros sin argumento —los que leo y los que escribo— y esa suspicacia mutua cuando hablamos de ciertos temas: la política, la lengua, el cuidado del corazón… Sé que la historia se repite, que somos muchos los que sentimos cómo se partía con un chasquido vegetal aquello que sentíamos que nos unía a nuestro padre o a nuestra madre. Que vimos en sus ojos con una mezcla de orgullo y resentimiento cómo nos miraban como si fuésemos diferentes. Y es cierto, pero no es cierto.
No hay viajes suficientes, restaurantes, libros o conocimientos socialmente prestigiados que me separen de la inteligencia y el sentimiento de aquellos que son invisibles y menospreciados: hablo de un animal de trabajo, del cuerpo de mi padre desde los dieciséis años, de su corazón como una flor preservada.
Cuando esto se publique yo seguramente ya haya hablado con mis padres sobre su voto en las generales y sobre el mío propio. Sobre por qué el mundo se esfuerza por separarnos cuando lo cierto es que la ultraderecha nos borrará al mismo tiempo: al hijo maricón, a la madre pensionista, al padre obrero, a la hermana indecisa. Les advertiré a los tres que hay discursos de odio que apuntan directamente a nuestros corazones y habrá quien no dude en disparar. Y quizás sea necesario decir mucho más. A lo mejor, quién sabe, estaremos todos de acuerdo. Y, si no, discutiremos. Discutir es la prueba inconfundible de que estamos vivos y permanecemos juntos, de que coexistimos. Porque todavía no hemos sido borrados —ni en el campo, ni en la cultura, ni en el seseo y la gheada de esta lengua que aplastarán una vez sin miramientos— y hay cientos de hombres como mi padre que se interpondrían entre mi corazón y una bala. Incluso si no me entienden. Incluso si todos le indican lo contrario. En esa flor confío. Pero, ¿durante cuánto tiempo?
Artículo completo aquí (01.07.2023)
luns, 3 de xullo de 2023
Quando nasceu Portugal?
Quando e como nasceu Portugal? Se tivéssemos que festejar o nosso aniversário enquanto povo e país, qual seria o dia correcto? As hipóteses são várias e nenhum historiador poderá afirmar com toda a certeza qual delas seria a correcta, talvez porque a formação de Portugal se fez em diferentes passos e graças a uma sequência de vários acontecimentos. No entanto, se pretendêssemos traçar um cronologia do nascimento de Portugal, estas seriam as datas cruciais.
domingo, 2 de xullo de 2023
hambre | cuerpo
potencial alimentar de cuerpos este cuerpo
este exceso quizá mañana
otra moneda otra piel otra palabra
Munir Hachemi: Los restos