Un nuevo capítulo (que no el último) de la historia del pissarro expoliado por los nazis que cuelga desde 1993 en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, se ha escrito este lunes en un juzgado de Pasadena (California). Las partes se han visto otra vez ante el Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito, con jurisdicción sobre la costa Oeste de Estados Unidos, en el litigio que enfrenta desde hace 17 años a la fundación española y a los herederos de Lilly Cassirer, a quien le fue arrebatada en Berlín en 1939 la obra maestra impresionista Rue Saint-Honoré por la tarde. Efecto de lluvia como impuesto revolucionario para escapar a su suerte como judía durante el Holocausto.
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