luns, 14 de novembro de 2022

La mano de Irulegui

Una excavación llevada a cabo en el Poblado de Irulegui ha permitido localizar una mano de bronce del siglo I a.C. con la inscripción en lengua vascónica más antigua que se conoce hasta la fecha.

'Sorioneku' (de buena fortuna) es la primera de las cinco palabras que ha podido ser descifrada, en la que ya se conoce como la 'mano de Irulegui'. Se trata de una representación en bronce de esa extremidad, diseñada para colgar en la puerta de entrada de una casa, a modo de objeto ritual protector del hogar.

Su antigüedad, primer tercio del siglo I a.C., la convierte en un hallazgo excepcional, ya que se trata del documento más antiguo y también el más extenso escrito en lengua vascónica que se conoce hasta la fecha. Junto a otros hallazgos, viene a confirmar el uso de la escritura por parte de los antiguos pobladores de esta zona. Estos utilizaban para ello una variante específica del signario íbero conocida como 'signario vascónico'.

La 'mano de Irulegui' fue hallada el 18 de junio de 2021, junto a la entrada de una de las viviendas excavadas en el yacimiento. Pero la inscripción no ha sido descubierta hasta el pasado 18 de enero de 2022, cuando se iniciaron las labores de limpieza y restauración de la pieza.

La pieza en cuestión es una lámina de bronce, cuya pátina contiene un 53,19% de estaño, un 40,87% de cobre y un 2,16% plomo, algo que es habitual en aleaciones antiguas. El objeto está recortado para representar la forma de una mano derecha algo esquemática, pero de tamaño natural. La lámina es lisa en el lado de la palma, pero en el lado del dorso presenta la forma de las uñas, aunque no se han conservado, debido a su fragilidad, las correspondientes a los dedos anular, corazón e índice. Sus medidas actuales son 143,1 mm de altura, un grosor de 1,09 mm y una anchura de 127,9 mm. Su peso alcanza 35,9 g.

En el centro del extremo cercano a la muñeca presenta una perforación de 6,51 mm de diámetro, producida al clavar la pieza en un soporte blando, probablemente de madera, ya que la ausencia de huellas de abrasión en la perforación indica que no estuvo colgada, sino clavada.

La inscripción consta de cinco palabras (40 signos) distribuidas en cuatro líneas. El alfabeto empleado para escribir el texto pertenece a la familia de los semisilabarios ibéricos. Pero presenta algunas características que llevan a catalogarla como un subsistema específico del territorio vascón, entre ellas el uso del signo T, no presente en otros subsistemas.

La traslación de la inscripión al alfabeto latino es la siguiente:

sorioneku · {n}

tenekebeekiratere[n]

oTirtan · eseakari

eraukon ·

Destaca el parecido entre la primera palabra -sorioneku- y el vocablo vasco zorioneko (de buena fortuna, de buen agüero). El resto de la inscripción no ha podido ser descifrada hasta el momento.

Artigo completo, aquí

Ningún comentario:

Publicar un comentario

A música calada, a soedade sonora