domingo, 27 de febreiro de 2022

Eduardo Pondal: Queixumes dos pinos


Dous rapaces, non sei onde,
Ben non me podo acordar;
Do vento mouros, garridos,
De tenro corpo lanzal,
Cal dous follentes brabádigos,
Da terra de Breogan;
Nun sitio vougo, areoso,
Se puxeron a cantar:

Dicide, ventos da Croa
O qu' oístes sen tardar:

   —Dunha lancha a branca vela,
Da negra altura ao tornar,
Parece, toda encurvada,
Da virazon xorogal,
Unha ala dunha gaivota,
Que máis alta qu' outra vai.
Que garrida é a branca vela,

Cando se ve bandear!...

Cecil Beaton: Greta Garbo con 60 anos (1965)

Ubicación

 

mércores, 23 de febreiro de 2022

Leila Guerriero: Paloma

 El otro día liberamos a la paloma. Diego, el hombre con quien vivo, la recogió en la calle hace meses, a fines del invierno austral, caída de algún nido. Era un montón de plumas pegajosas, un pájaro ciego. La instaló en un cuarto que, durante el confinamiento, llamamos La Habitación del Pánico: dejábamos allí las compras, la ropa de calle. Fue a buscar una jeringa a la farmacia para alimentarla. Le dijo al empleado que era para un pichón de paloma y el tipo respondió: “Son ratas con alas”. Diego regresó furibundo. Cree en los animales más que en las personas. La paloma creció pero demoró en volar. Él la ayudaba a entrenarse. Imitaba sus sonidos y ella acudía, como un perro. Con el tiempo, empezó a hacer vuelos cortos dentro de un espacio resguardado por una red. No es el primer animal desvalido que habita en casa: hubo iguanas, víboras, tortugas. Después de su convalecencia, fueron liberados en refugios o en el campo. Diego se despide de ellos agitando la mano, diciendo: “Feliz libertad”. La paloma, sin embargo, permaneció demasiado tiempo. El necesario para que crecieran el cariño o el hábito. La maniobra de liberación llevó lo suyo. Nunca parecía el momento adecuado: llovía, hacía calor. Pero finalmente quitamos la red. Ella parecía aturdida. Pasó un par de jornadas volando hasta la ventana de un cuarto y regresando a su espacio. Venían otras, socializaba un poco. Hasta que un día Diego dijo: “Se fue”. Y se había ido. No volvimos a instalar la red de inmediato. Diego sabía que su regreso era imposible, pero la esperó. Hasta que una tarde lo vi sacar las herramientas y colocar la red. Ahora contempla las palomas de terrazas vecinas intentando descubrir al que fue su pichón. Sé lo que se pregunta: si estará viva, si la libertad es mejor que el cobijo. A veces se queda transido y de pronto dice: “¿Estará bien?”. Me gusta su piedad. La de un héroe tranquilo que puede vivir con el corazón roto.

Día de Rosalía

venres, 18 de febreiro de 2022

Queixumes dos pinos: "Agora, meu corazón"







Agora, meu corazón,

Agora pola noitiña,

Pola mañanciña, non.

 

Ninguén nos pode estorbar…

É ben separada e soa,

Esta gandra de Gundar.

xoves, 10 de febreiro de 2022

85 anos despois

El 10 de febrero de 1937 fue fusilado Anselmo Villar, farero de Torre del Mar. Apagó la luz del faro durante dos noches, para salvar la vida de los civiles que huían de Málaga y que estaban siendo bombardeados por las tropas franquistas, en La Desbandá.

mércores, 9 de febreiro de 2022

Carlos de Habsburgo, arquiduque da Áustria, príncipe da Hungria, um dia Rei consorte de Espanha

Carlos Constantino de Habsburgo (2004-).
Bisneto dos imperadores Carlos I e Zita da Áustria.
Descendente da czarina Catarina II a Grande da Rússia, a imperatriz Maria Teresa da Áustria, o rei Sol Luis XIV da França, o rei Felipe V da Espanha, a rainha Isabel I de Castela (Isabel a Católica), etc.

Luis de Vega: El mundo en un piso de Kiev

 “¿Conoce usted Sanlúcar de Barrameda?”, le inquiere al sorprendido reportero onubense Valerian. Apenas puede incorporarse de la cama en el salón de su piso de Kiev. La localidad gaditana es el detonante para que recuerde la expedición que estrenó la circunnavegación de la Tierra hace cinco siglos. “Sevilla es de donde Magallanes y Elcano salieron a dar la vuelta al mundo. Solo llegaron de regreso 18 marineros en la nao Victoria. Trajeron especias y el dinero que ganaron con ellas cubrió los gastos del viaje”. Es un resumen somero, pero que explica la pasión de este hombre —y su mujer— por los libros, el arte, los viajes, la cultura y la historia. Sobre el lecho de este antiguo marino, de manos como remos y zapatos como barcas, cientos de libros ocupan toda la pared de la estancia. No se mueve de la cama durante la visita de una hora, en la que apenas se toca de manera tangencial la guerra que asola Ucrania estos días. Su locuacidad y memoria chocan con su físico desvencijado.

Valerian y Raisa Pavlenko, de 86 y 85 años, abren las puertas de su casa con absoluta confianza tras una pregunta casual del periodista a la mujer delante de su portal en el centro de la capital de Ucrania, el martes. La presencia de un control con varios hombres armados a una decena de metros advierte de que la guerra acecha aunque los combates no han llegado hasta aquí todavía. Valerian deja el libro que está leyendo y entabla de inmediato una conversación con el visitante con ayuda del intérprete que lo acompaña como si la tuviera prevista desde hace tiempo. De su viaje a España en los años ochenta rememoran la Barcelona de Antonio Gaudí o “la ciudad del Greco”. “¡Eso, Toledo!”, afirma él tras no recordarlo en un primer momento.

Señalando el mueble, se refiere a una de las obras que hay en uno de los extremos como su favorita. En un tomo grueso, It’s Me O Lord, la autobiografía del pintor y viajero estadounidense Rockwell Kent (1882-1971). Habla de él y su trabajo con pasión, se extiende en las etapas de su vida y sus expediciones que va entrelazando con las que, a mediados del siglo pasado, él mismo realizó por todo el mundo en diferentes barcos cuando trabajó de marino, para lo que se licenció en San Petersburgo. Argentina, Cuba, el océano Índico, el mar Rojo… “Me enamoré de Copenhague, con la estatua de La Sirenita en honor a la obra de (Hans Christian) Andersen. Hicimos muchas fotos”. “Yo ahora mismo seguiría viajando, pero por desgracia no puedo. Ahora paso la mayoría del tiempo en casa”, lamenta.

Interviene también, sentada junto a él, Raisa, que no se jubiló hasta el año pasado tras 65 años de bibliotecaria. Todos en la Biblioteca Americana de Kiev, afirma. Entre los dos dibujan una vida que comenzaron juntos siendo niños cuando coincidieron en el mismo colegio de la ciudad. Viven desde 1961 en un humilde apartamento de la sexta planta que tienen lleno de fotos, cuadros y recuerdos de todo tipo, como un vasito de plástico con una muñequita vestida de flamenca. Raisa insiste en que se vale ella para salir a la calle, comprar y cocinar, pero que cuando suenan las alarmas ante un posible bombardeo, que es con enorme frecuencia estos días, no bajan al refugio del sótano. No descartan tener que trasladarse a casa de uno de sus hijos si la guerra llega al centro de Kiev.

La mujer reconoce que le costaría alejarse de estas paredes, que son un recuerdo vivo de los viajes y vivencias de toda una vida. En la estancia contigua, junto a una foto de boda en la que no aparecen vestidos de novios, luce un óleo. Es del que más orgullosos se sienten. El autor es Iván Marchuk, un reconocido pintor contemporáneo nacido en 1936. “Yo fui la primera en colgar sus cuadros en la biblioteca”, afirma Raisa al tiempo que muestran en la estantería varias fotos en las que aparece su amigo Marchuk, acosado en tiempos por los servicios secretos de Moscú, que lo consideraban contrario a los intereses centralistas de la URSS.[...]

Ambos, sin embargo, no quieren que acabe la conversación sin denunciar que el actual conflicto que sufren se debe a la manipulación histórica de Vladímir Putin, presidente de Rusia, y al abandono del resto de países europeos. No dilapidan la memoria soviética, pero desdeñan lo que consideran que sería una marcha atrás después de su nacimiento como país. “Ucrania debe permanecer independiente. Absolutamente”, zanja ella.

Artigo de Luis de Vega en El País (9.2.2022)

domingo, 6 de febreiro de 2022

Diálogo entre el doctor y su hijo

 - ¿Bob? ¿Por qué no jugamos?

- ¿A qué?

- Te contaré un secreto, algo que no sabías. Y tú me dirás uno. El que diga el mejor secreto, gana. ¿De acuerdo? Cuando tenía tu edad, empecé a masturbarme. Y apenas empezaba a eyacular. Solo un poco, una escasa gota. Me preocupaba que tuviera un problema porque en la escuela escuchaba historias. Entonces, un día que mi papá había bebido mucho, mis hermanos habían salido y él estaba dormido en la habitación, entré, tomé su pene en mi mano y lo acaricié hasta que eyaculó. Las sábanas estaban llenas de esperma. Me asusté y salí corriendo. Nunca se lo conté a nadie. Ahora te toca a ti contarme un secreto.

- No sé. No tengo secretos.

- Es imposible. Debes tener uno.

- No tengo.

- Bob, si todo esto es una farsa y me lo cuentas, no te castigaré. Y tu mamá tampoco. No nos enfadaremos contigo.

- No es una farsa.

- Pero si lo es y no detienes ahora esta estúpida broma tu castigo no se limitará a dos meses sin televisión. Te afeitaré la cabeza con mi máquina eléctrica y haré que te comas el pelo. En serio. Literalmente, haré que te lo comas. No es broma.

- No es una farsa.

[El sacrificio de un ciervo sagrado, de Yorgos Lanthimos]

venres, 4 de febreiro de 2022

Irmandiños

 TUVO GALIZA a lo largo de la Historia momentos de emancipación , que empezaron en el principio de los tiempos transcurridos tras el Imperio Romano e incluso antes. Pero hubo momentos de enorme trascendencia en los que el pueblo gallego se jugó muy en serio su destino. Ojalá hoy viviéramos o lo hagamos en breve, momentos tan decisivos que salgan como mínimo moderadamente bien. La Gran Revolta Irmandiña y su rápida resolución marcaron un instante definitivo en términos históricos. Supuso una derrota efímera del pueblo contra la nobleza. Todo salió mal. Todo salió mal para todos: para los revoltosos y para los señores. Es que las derrotas y las victorias no siempre hay que analizarlas al día siguiente de la batalla. A veces un bando obtiene una victoria aparente, al poco tiempo el otro gana, también en apariencia, y en dos o tres décadas ambos lo mismo están laminados.

Los Irmandiños arrasaron todas las posiciones de la nobleza casi de la noche a la mañana, pero cometieron un error estratégico imperdonable, que fue destruir cada plaza, castillo o fortaleza que tomaban. Derruirlas piedra a piedra para borrar todo rastro de poder de los señores rivales, que también entre los Irmandiños había nobles, bastantes. Si a un señor o a un conde le derribabas el castillo acababas con él, pensaron. Gran error. No midieron la fuerzas propias y mucho menos las ajenas. Un castillo conquistado es una plaza defensiva. Si la destruyes, la pierdes. Las piezas conquistadas han de mantenerse y ser utilizadas contra el enemigo. Si las tumbas no tienes dónde refugiarte ni defenderte.

Es sabido que los nobles, muchos de ellos refugiados en Portugal, entraron en tromba y acabaron con las aspiraciones de los revoltosos. El mariscal Pardo de Cela propuso colgarlos de los carballos, un irmandiño en cada carballo, pero resultaron mucho más útiles como mano de obra para volver a levantar los castillos que habían tirado.

Ése fue el principio del fin de la nobleza gallega. Su potencia, su capacidad para vencer una guerra civil que se daba por perdida, la rapidez con la que arrasaron a las fuerzas irmandiñas y reconstruir sus fortalezas pusieron a la Corona en un apuro. Y empezaron a temer a Portugal, quien había dado refugio y mercenarios a los nobles derrotados. Esa gente era incontrolable, como demostraron poco después cuando muchos condes y señores se posicionaron en favor de Juana la Beltraneja, esposada con Afonso V de Portugal en su lucha por la corona de Castilla.

Durante esa guerra, Nobles gallegos, liderados por el conde de Caminha, llegaron a plantar la bandera portuguesa en plazas como Tui. De ahí que los Reyes Católicos se emplearan a fondo para acabar con todo resto de las grandes casas gallegas. Por eso los Irmandiños, finalmente, derrotaron a los nobles, o propiciaron su fin.

Artigo completo, aquí

xoves, 3 de febreiro de 2022

Entrevista a Carlos Zanón

 P. ¿Estaba muy unido a su padre?

R. Murió el pasado mes de julio, pero llevaba tres años enfermo de alzhéimer. Y antes de eso, no teníamos ni buena, ni mala relación. Pero en los últimos tiempos tenía una especie de rabia contra él. Porque fue desapareciendo y sabes que no vas a poder tener esa conversación que tenías que haber tenido. Pero también me hice una pregunta muy natural, y es que si es muy normal que tengamos que mantener una relación con nuestro padre durante 60 o 70 años. Ahora todo el mundo vive tanto...

P. ¿Qué les pasa a los hombres con sus padres?

R. No tengo ni idea. Supongo que hay alguien que está tapando la luz de la habitación y tienes que apartarlo. Si son muy potentes te machacan. De mi padre, la idea que tenía es que era una persona invisible a la que no tenía que superar, ni enfrentarme. El problema de no tener un referente muy potente a nivel masculino es que lo acabas buscando en las canciones, los libros o las películas, y eso te puede servir para tirar un poco. Pero cuando realmente tienes que saber qué significa ser padre o ser un tío, te das cuenta de que una película de John Wayne te puede ayudar un ratito, pero no es nada. Caminas sobre un suelo muy resbaladizo.

Entrevista completa, aquí

Catherine Deneuve en Repulsión (Roman Polanski, 1965)

mércores, 2 de febreiro de 2022

In memoriam: Mónica Vitti (1931-2022)

Se ha muerto Monica Vitti y tampoco es que aquí haya tenido mucha repercusión, y no puede ser. Supongo que algo quiere decir que dediquemos tanta atención a cosas como el Festival de Benidorm, con la coletilla de que toda España “está pendiente” o “está hablando de eso”, que es mentira, y menos mal. Si realmente fuera así sería como para salir del país. Y que luego la noticia del fallecimiento de esta enorme actriz italiana sea una de esas cosas lejanas que pasan, como un tiroteo en una hamburguesería de Kentucky, un tifón en Borneo. Una vieja gloria más que además pensábamos que ya se había muerto. Tiene mucho que ver con nosotros, con quiénes somos, porque es historia del cine europeo y mundial. La transmisión de los mitos, de los iconos a admirar, es infinitamente más importante que la emulación de los tics del momento. Vamos, que yo habría dado su foto enorme en portada, para una ocasión que hay de poner fotos bonitas en blanco y negro, y luego en pequeñito hasta la reforma laboral.

[...]

La voz ronca y alocada de Monica Vitti tenía el poder de causar un cosquilleo en la nuca tan seductor que anulaba mi voluntad y podría haberme ordenado hacer cualquier cosa, votar lo que fuera, y yo lo hubiera hecho. Todavía podría hacerlo si me hablara desde el más allá. Quizá lo está haciendo para que escriba esto. Pero cómo se gestiona un amor imposible, no imposible de que no sale, sino porque el otro es de otra época, o de las películas.

Era bella, rebelde, sofisticada, popular, con una mirada cautivadora de miope total. No es que fuera la musa de Antonioni, era la musa de sus espectadores, y de hecho es la única razón para soportar algunas películas de Antonioni.

[...]

Que una intérprete del tormento existencial pase tranquilamente a hacer el payaso de forma memorable es una de las muchas cosas asombrosas de su carrera. Era una actriz mayúscula. ¿No nos pasamos el día encumbrando actrices y actores que deberíamos conocer (y no conocemos)? Bueno, pues allí está ella, en la cumbre. Otra cosa única es que un día desapareció y vivió tranquilamente sin la fama, décadas.

Esta evocación no es algo sentimental, generacional, porque ni es de mi época, lo recibí como legado de mis mayores, dentro de una corriente cultural común. Pero sí me hace sentir cada vez más descolocado, porque me veo más cerca de mis mayores que de los que me suceden. Porque la mayoría de la gente ya no sabe quién era Monica Vitti, y con quién lo vas a hablar, o a lamentar, y a celebrarla. Por suerte y casualidad esa noche acabé en un bar con un amigo con parecidas debilidades, hablamos de ella y nos tomamos unos martinis. Nos detuvimos en tres, siendo conscientes de que cuatro es el límite a partir del cual todo te da igual, para no olvidarnos también de ella, que también está en la categoría del cuarto martini, donde comienza lo absoluto.

Artigo completo de Íñigo Domínguez en EP, aquí

 

A música calada, a soedade sonora