venres, 5 de marzo de 2021

Tarab


Tarab es entusiasmarse con la música, enajenarse, "emoción física de alegría o tristeza", dice el profesor García Gómez. 

[...] El señor García Gómez cita como ejemplo de tarabal al califa Iacid, de Bagdad, quien, entusiasmado con una cantora siria, coge un almohadón de su sofá, se lo pone en la cabeza y recorre el salón gritando:

- ¡Pescado fresco! ¡Pescado fresco!

Otro caso de tarab que cuenta don Emilio pasa en la Sevilla del siglo VIII. Llegó una esclava de Oriente, gran cantora. Dos emires van a oírla. La habitación en que los reciben es destartalada, y la cantora es vieja, fea, sucia. Pero cuando canta, ¡qué maravilla! 

Los dos aficionados se revuelven por el suelo entusiasmados, gritan, se rompen sus vestiduras, y uno de ellos vacía por su cabeza varias botellas de aceite...

Cunqueiro: "Tarab" (O reino da chuvia, p. 401-402 [11.12.1960])

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A música calada, a soedade sonora