sábado, 22 de febreiro de 2020

Nickolas Butler: Canciones de amor a quemarropa (fragmento)

 Esos hombres, esos hombres que se conocían de toda la vida. Esos hombres que habían nacido en el mismo hospital y a quienes había traído al mundo el mismo ginecólogo. Esos hombres que habían crecido juntos, que comían la misma comida, que cantaban en los mismos coros, que habían salido con las mismas chicas y respiraban el mismo aire. Se relacionan con un idioma propio y exhiben sus propias señales invisibles, como los animales salvajes. Y a veces les basta con estar juntos andando por el bosque o viendo la tele o asando unos filetes en la parrilla. Esto lo he visto yo: días enteros partiendo troncos sin cruzar más que una docena de palabras. De no ser por esa sonrisa que tenían grabada en la cara, cualquiera diría que ya estaban hartos los unos de los otros o que se guardaban un odio atroz.

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A música calada, a soedade sonora