xoves, 31 de xaneiro de 2019

Homes que choran


Nada me impresiona más que los hombres que lloran. Nuestra cobardía nos ha hecho considerar el llanto como cosa de mujercitas.
Cuando sólo lloran los valientes.
(Julio R. Ribeyro)

martes, 29 de xaneiro de 2019

Celso Emilio Ferreiro: Longa noite de pedra

 MARÍA SOLIÑA

Polos camiños de Cangas
a voz do vento xemía:
ai, que soíña quedaches,
María Soliña.
Nos areales de Cangas,
muros de noite se erguían:
ai, que soíña quedaches,
María Soliña.
As ondas do mar de Cangas
acedos ecos traían:
ai, que soíña quedaches,
María Soliña.
As gaivotas sobre Cangas
soños de medo tecían:
ai, que soíña quedaches,
María Soliña.
Baixo os tellados de Cangas
anda un terror de auga fría:
ai, que soíña quedaches,
María Soliña.

venres, 25 de xaneiro de 2019

De Uterpandragón, irmão de rei Aurelius, e como foi alevantado por rei, e do que lhe aqueeceo

Depois que foi morto Aurelius, chegaron-se os ricos homees da terra e fezeron o outro irmão Uterpandragón Rei. E foi mui boo rei e dereito, e conquereo todos seus enemigos. E un dia teve corte e foron i todos seus ricos homees con sas molheres. E veo i un conde de Cornoalha, e trouve i sa molher, que havia nome Ygerna, e veo mui ben afeitada e mui ricamente aparelhada; e ela era a mais fermosa molher de toda a terra. E quando veeron aa mesa u se assentou el-rei a comer, oolhou-a el-rei e non pode mais comer, tanto se pagou dela; e non fazia al senón olha-la dos olhos. E pensou en seu coraçón que se con ela non jouvesse, que morreria.
Este conde seu marido soube-o, e levantou-se da mesa con sa molher e foi-se pera un seu castelo que havia nome Tinteol. E el-rei foi-o cercar con toda sa hoste; e enviou por Merlín, e veo a ele por seu conselho. E tanto fez e tanto baratou, que morreu aquele conde, e houve el-rei por molher a esta dona, e houve dela um filho que houve nome Artur, o que disseron Artur de Bretanha, onde ouvistes falar que foi mui boo.

Livro de Linhagens do Conde Dom Pedro
 

Nicolaes Pickenoy: Retrato dunha dama descoñecida (1630)

luns, 14 de xaneiro de 2019

Pío Baroja paseando por Madrid


Soy como el agua estancada, no deseo cosa alguna, y reflejo en mi cristal lo mismo el sol que la luna.

Canciones del suburbio, de Pío Baroja

domingo, 13 de xaneiro de 2019

Leila Guerriero: "Supongo"

Chris Killip: Mrs Pitts (Slieu Whuallian 1970-3)

Supongo que creen que siempre tendrán ganas de comprar los primeros jazmines de la primavera. De llenar la casa de flores. De estrenar ropa. Supongo que creen que siempre tendrán deseos de vivir un tiempo en un país extranjero. De tomar un tren. De salir con amigos. De ir a bares, al cine, a la montaña, a pasar diez días junto al mar. Supongo que creen que siempre querrán viajar a Nueva York, conocer las islas Fidji. Ir a Laos y a Myanmar. Mirar caballos sueltos en el campo. Escuchar música, podar las plantas cuando sea la época, hacer regalos. Supongo que creen que siempre querrán cocinar para alguien, vestirse para alguien, tener sexo con alguien, despertar con alguien, decirle a
alguien “Me importás mucho”. Dormir abrazados. Supongo que creen que siempre tendrán afecto y que lo querrán. Vida y que la querrán. Días por delante y que los querrán. Supongo que creen que siempre sentirán el tirón del deseo, que siempre responderán con la caballería del entusiasmo. Que nunca se mirarán al espejo y pensarán “lo mejor ya pasó y ni siquiera me di cuenta”. Supongo que creen que nunca estarán cansados. Cítricamente cansados. Como una piedra muerta. Supongo que creen que la vida les va a durar toda la vida. Que la alegría les va a durar toda la vida. Supongo que suponen que nunca estarán unidos a cada una de las horas por el hilo flojo de la desesperación. [...]

Nadie nos advierte, pero el infierno vive en nosotros bajo la forma de la indiferencia.

Leila Guerriero: "Supongo" (EP, 09-01-2019)

sábado, 12 de xaneiro de 2019

Lápis-lazúli: pigmento azul de ultramar natural



O pigmento azul mais caro usado durante o período medieval europeu (s.V-XV) para manuscritos luxuosos foi o ultramarino, pigmento que é feito a partir da moagem e purificação de cristais de pedra lápis-lazúli extraída de uma região específica do Afeganistão. Era, garantem os cientistas, usado apenas por "escribas e pintores de imensa habilidade".
Andrea Cunha Freitas in Público.pt (11.01.2019)



mércores, 9 de xaneiro de 2019

Muchachas radiactivas

Cuando Catherine Wolfe Donohue llegó al almacén de la Radium Dial Company, en Illinois, a finales de la Primera Guerra Mundial, no podía ser más feliz. Para una obrera joven, de apenas 18 años, no había mejor trabajo que pintar esferas en los relojes de la compañía. Se trataba de una labor muy puntillosa, que requería precisión y buen pulso, pero se pagaba bien, a tanto por esfera pintada. Y lo mejor: le permitía trabajar con radio, el nuevo elemento de moda. Solo había que impregnar el pincel en la pintura, mojarse los labios en él, como aconsejaban los jefes, y ponerse a trabajar.

El radio era por entonces el símbolo de la sofisticación y el buen gusto, sinónimo del lujo y del progreso. A todo se le añadía: a los aparatos de radio, a la mantequilla, ¡incluso al agua! Se trataba como un tonificante milagroso. Por su novedad, se le conferían propiedades casi mágicas. Las chicas que entraban a trabajar en empresas de pinturas que contenían radio adquirían una sofisticación que no era solamente simbólico: al estar en contacto con las partículas de radio, su piel, su pelo y su ropa brillaban, como luciérnagas fosforescentes en la oscuridad. Así las llamaban: las muchachas luminosas. Tan solo veinte años más tarde, serían conocidas como el Escuadrón de las muertas vivientes. Los centenares de mujeres que trabajaron para estas compañías, caían, envenenadas, con tumores y dolores terribles, primero en la boca y más tarde en los huesos, una tras otra. Todas murieron. También Wolfe Donohue.

Esta es la historia que cuenta la periodista Kate Moore en Las chicas del radio (Capitán Swing), en la estela de publicaciones que pretenden dar a conocer la importante labor que desarrollaron muchas mujeres en la historia de la ciencia, y que es apenas conocida.

Lucía Lijmaer en EP (09.01.2019)

A música calada, a soedade sonora