mércores, 5 de xuño de 2024

Azul egipcio

 La sala azul recién descubierta en Pompeya ha llamado mucho la atención ya que es un color de fondo poco frecuente. Y no era una cuestión de gustos, sino porque el pigmento utilizado, el azul egipcio (primer pigmento sintético) , era muy caro de obtener y solo estaba al alcance de las familias más ricas.

El pigmento azul egipcio es un silicato de cobre y calcio, mezclado con arena y malaquita, y calentado a entre 850º y 1100º. La evidencia más antigua de su uso por los egipcios es un cuenco de alabastro del periodo predinástico tardío (3250 a.C.) procedente de Hieracómpolis.

A los egipcios les encantaban las piedras semipreciosas como la azurita o el lapislázuli traído de Afganistán (donde todavía se explota) pero era muy costoso transportarlo a través del Sinaí por lo que desarrollaron esta tecnología que permitía una producción más barata y masiva.

Los egipcios lo usaron como esmalte y luego en forma de polvo como pigmento en todo tipo de materiales (piedra, yeso, etc) y con un amplio uso (pinturas murales, sarcófagos, esculturas) ya que dependiendo de la composición y temperatura se podía obtener una amplia gama cromática.

Egipto exportó su azul sintético por todo el Mediterráneo. Se hacía en bloques que después eran procesados en el lugar de destino. Lo sabemos, por ejemplo, por el naufragio del pecio de Uluburun (finales del siglo XIV a.C.) donde se hallaron varios bloques enteros.

También sabemos que uso llegó hasta el otro extremo del Mediterráneo, en la cultura íbera de los ss. V y IV a.C., donde es empleado para dar policromía a sus Damas, por ejemplo, en la Dama de Baza que todavía conserva la pigmentación original, y entre ella, el azul egipcio.

Ningún comentario:

Publicar un comentario

A música calada, a soedade sonora