martes, 11 de xullo de 2023

Enric Juliana, sobre el debate

 Feijóo salió a impedir que su oponente levantase el vuelo. Y lo consiguió con munición de fragmentación: el proyectil esparce decenas de datos erróneos que confunden al adversario dejando para mañana la comprobación de su veracidad.

Sánchez, de nuevo mal asesorado, acudió al debate como si fuese a su primera comunión con el rosario de los datos económicos. No sabía a quien tenía enfrente. Se puso nervioso y de presidente pasó a aspirante. Tuvo buenos golpes pero le faltó relato de fondo. Le faltó futuro.

El golpe de efecto de Feijóo con la firma del pacto de abstención mutua asegurada fue eficaz y era esperable. Sánchez podía haberlo firmado, añadiendo una cláusula: empezamos por Extremadura. De haberlo hecho hoy la jornada sería muy interesante.

Sánchez sale del debate con el rótulo ‘perdedor’. Feijóo sale del plató con el rótulo ‘mentiroso’. Hoy será el dia de la comprobación de los datos erróneos y falseados. El debate, mal moderado, fue una ruina como acontecimiento ciudadano.

Cadía se aprende algo nuevo. He calificado de ‘datos de fragmentacion’ la munición de Feijóo. Me comentan que recurrió al Gish Gallop: ‘técnica retórica en la que un contendiente intenta abrumar a su oponente con una cantidad excesiva de argumentos sin contar con su veracidad’.

Treinta años después, los dos debates González-Aznar nos parecen obra de la Academia de Atenas. En treinta años se ha producido una pavorosa desarticulación del discurso político. Hemos de preguntarnos si toda la responsabilidad recae en la fragmentación digital.

Debate mal moderado. Lo diré de otro modo: Manuel Campo Vidal, periodista forjado en los años setenta, subió ayer al Olimpo.

¿Y ahora qué? Ahora la campaña se puede hacer larga a todos los contendientes, a todos y a todas, puesto que hemos visto el revés de la trama y la gente aún está más enfadada con la política y con el periodismo que no modera.

Y ahora a Sánchez no le queda otra que ponerse un sayo franciscano y esperar un apoyo reactivo. Y a Núñez no le queda otra que evitar la arrogancia y el ensañamiento.

Creo que muchas personas intuyeron anoche hacia dónde puede dirigirse este país en los próximos años. De esa reflexión silenciosa saldrá el resultado del 23J.

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