Los dólmenes afectados están en Vimianzo (Pedra Moura, Pedra Cuberta, Caseta de Berdoias, Pedra da Lebre, Mina de Recesindes, Casa dos Mouros y Arca de Rabós), Carballo (Pedra Moura de Aldemunde), Laxe (A Fornela dos Mouros), Malpica (Pedra da Arca), Mazaricos (Mina da Parxubeira), Zas (Arca da Piosa y Pedra Vixía) y Coristanco (Chan de Embarrada). A estos túmulos hay que añadir el menhir de Erboedo, en A Laracha, cuya expropiación ya ha sido completada por el Ayuntamiento, y el dolmen de Dombate, en Cabana de Bergantiños, considerada la catedral del megalitismo gallego y que también está ya en manos públicas.
Al episodio que apunta Maroñas de cómo el dolmen de Pedra Vixía fue expoliado, el maestro e investigador del patrimonio, Evaristo Domínguez, añade un par de datos. Aquello ocurrió a mediados del siglo pasado y como las piedras eran demasiado pesadas para ser trasladadas, el autor del destrozo no dudó en partirlas, metiéndole al monumento nada menos que un barreno. Algo similar le hicieron por la misma época al dolmen de Pedra da Arca, en Malpica, añade Domínguez. Y al de Pedra Moura de Carballo, que solo conserva cinco de las siete losas originales, le quitaron una de ellas para construir un puente.
Artigo completo en EP (15.02.2023)
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