martes, 18 de outubro de 2022

Sobre "Il Tuffatore" da tumba de Paestum


 “Su iconografía es única”, prosigue Hölscher. “Hay algunas cosas parecidas, pero en ciertos aspectos no hay nada igual, interesa no ya como arte sino como elemento de la vida social, política y afectiva, y nos permite explorar aspectos fundamentales de la cultura griega”. Al investigador, que tiene muy claro que hay que ubicar al nadador de Paestum en un contexto griego, le ha interesado mucho lo que revela la tumba sobre la relación de los jóvenes, “la esperanza de la sociedad”, con los adultos en el mundo clásico, “una relación muy distinta a la nuestra”. Y “la importancia de la belleza, que no es en ese mundo solo algo relacionado con el aspecto exterior, sino una calidad social”. Hölscher recalca que en el universo griego, “la belleza no constituye únicamente un rasgo físico sino espiritual y ético; el cuerpo sano y fuerte es bello y un instrumento de excelencia humana”. En ese contexto, ha de entenderse su aseveración de que el nadador de Paestum, el Tuffatore, es una representación realista, “lo que no quiere decir trivial; se trata de una realidad que no es banal sino significativa”. Ese, subraya, es el núcleo teórico de su libro. [...]

El estudioso insiste en la realidad del salto del Tuffatore, “un efebo que en su tránsito hacia la edad adulta demostraba su capacidad atlética y su valor lanzándose ante los ojos de hombres adultos que sentían atracción erótica por los muchachos, a los que introducían en el mundo de ciudadanos de la polis”. El salto tiene pues parte de rito de tránsito, pero no es una metáfora, sino una imagen real, de algo que sucedía y que no era solo un pasatiempo, sino una actividad social”. El profesor ha observado la continuidad de la práctica de arrojarse los jóvenes al mar desde las alturas en Polignano a Mare, en el litoral de la región de Apulia (vecina a la Campania). “Se lanzan al agua, se tuffano, desde alturas increíbles, y se les admira por ello”. En el lugar se celebran las finales del Red Bull Clift Diving, una competición internacional de saltos de acantilado.

Destaca Hölscher que el salto del bronceado nadador de Paestum revela una gran técnica y es el resultado de mucha práctica. “El único aspecto no realista es la cabeza, que lleva en alto y no entre los brazos, pero mostrarla es importante en el arte griego, es una convención”. El Tuffatore exhibe el sexo. “Sí, eso era importante también, porque la escena tiene un componente homoerótico corriente en el contexto”. Es un miembro pequeño, si se permite la comparación. “Es la convención, no es una infantilización, es que los griegos preferían el sexo no muy grande; representarlo grande les parecía de mal gusto”.

La escena es muy bella. “Hay una maravillosa armonía en la pintura, con esos árboles que parecen tender sus ramas desnudas hacia el saltador. El mar está representado de una manera delicadísima, muy hermosa”. La plataforma desde la que salta “es un misterio”: “No tengo una opinión definitiva sobre qué es esa estructura. Parece una especie de torre de piedra, pero no hemos encontrado nada similar en la arqueología. Quizá fuera una construcción de madera, es posible que existieran torres así. Buscando un lugar para imaginar una escena similar lo encontré en la isla de Tasos, en el Egeo, donde hay algunos de los mejores acantilados de Grecia. No hay torres para lanzarse, pero sí puntos en los que está acreditado que se lanzaban los jóvenes, por inscripciones en la roca. Son grafitis de admiración por esos muchachos bellos y muchos de ellos solo se pueden leer desde el mar”. Posidonia, rebautizada Paestum por los romanos, estaba en la orilla y de hecho tomaba su nombre griego del dios del mar. No se ha probado que hubiera acantilados desde los que se lanzaran los jóvenes al agua, pero Hölscher considera lógico pensar que existieran y que algún día se localicen.

Sobre la identidad del nadador de Paestum, reflexiona Tonio Hölscher, “hay especulaciones, pero es difícil decir algo con seguridad. Debía ser un miembro de la élite de la ciudad, culturalmente griego. Podría ser alguien muerto en la juventud. Los griegos hacían las tumbas y monumentos funerarios más bellos para los que morían jóvenes, era algo que los conmovía mucho”. ¿Es la tumba el encargo de un amante? “No, siempre era la familia; posiblemente la hicieron construir en recuerdo de esa juventud que se expresa con tanta vitalidad en el salto eterno del Tuffatore”.

Artigo de Jacinto Antón en EP (18.10.2022)

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