Los falangistas la fusilaron tras haber sido herida de un disparo mientras huía monte a través. A su hermana Rosario, de 23, la muerte le llegó el mismo día dentro de la cueva donde se había refugiado con Lourdes, además de su padre y su hermano. ¿Su crimen? Haber bordado una bandera republicana para las Juventudes Socialistas de Uncastillo, un municipio de Zaragoza.
Entre 2013 y 2020 se emprendieron cinco campañas arqueológicas en busca de los restos óseos de ambas jóvenes. El cuerpo de Rosario fue hallado en 2017, no así el de su hermana, que sigue sin encontrarse. Pero esta investigación, promovida por la Asociación Charata para la Recuperación de la Memoria Histórica de Uncastillo, con financiación de la Diputación Provincial de Zaragoza, la Comarca de las Cinco Villas y el Ayuntamiento de Uncastillo, ha dado un resultado inesperado: la localización de los muros del monasterio medieval San Esteban de Oraste, la detección de una tumba visigoda, el hallazgo de cerámicas del mismo periodo, el fragmento de una campana decorada con un fraile con casulla y hasta un conjunto monetario del siglo XI.
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