Jinete en un caballo montaraz, de lanudo pelaje y enmarañada crin, entra en el atrio otro hijo del Mayorazgo: Se llama Don Miguel y, por la hermosura de su rostro, en la villa y toda su tierra le dicen Cara de Plata.
Jugador y mujeriego, vive todavía en mayor pobreza que sus hermanos, y tan cargado de deudas, que, para huir la persecución de sus acreedores, anda siempre a caballo por las calles de Viana del Prior. Pero aun en la estrechez a que sus devociones le han llevado, acierta siempre a mostrar un ánimo caballeresco y liberal.
Ramón del Valle-Inclán: Águila de blasón III, 3
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