mércores, 23 de setembro de 2020

San Zacarías


 De acuerdo con el Evangelio de Lucas, durante el reinado de Herodes el Grande, había un sacerdote llamado Zacarías, de la casa de Abías, cuya mujer, Isabel, era también de la familia de Aarón. Los cuatro evangelistas dicen que ambos padres eran "rectos ante Dios", y no cometían ninguna falta a la hora de observar los mandamientos y órdenes de Dios. Cuando comienzan los eventos que relata Lucas, Zacarías no tenía hijos porque Isabel era estéril y ambos eran de edad avanzada (Lucas 1:5-7).

Los deberes en el Templo de Jerusalén se alternaban entre cada una de las líneas familiares descendientes de los designados por el rey David (Crónicas 24:1-19).1​ Lucas dice que, durante la semana en la que debía servir en el templo, a Zacarías le correspondía realizar la ofrenda del incienso (Lucas 1:8-11).

El Evangelio de Lucas dice que, mientras Zacarías se encontraba en el altar, se le apareció un ángel que le anunció que su esposa daría a luz a un hijo, al que debería llamar Juan, y que este hijo sería seguidor de Dios.(Lucas 1:12-17) Zacarías mencionó la avanzada edad de su mujer y le preguntó incrédulo al ángel por una señal que le garantizase la profecía. En respuesta, el ángel se identificó como Gabriel, y dijo que había sido enviado especialmente por Dios para hacer su anuncio, y añadió que a causa de su duda quedaría mudo hasta el día en que se cumpliera la profecía. En consecuencia, cuando salió del templo fue incapaz de pronunciar su bendición a los feligreses que había en los patios exteriores del templo (Lucas 1:18-29).

Tras regresar a su casa, en Hebrón, su esposa Isabel quedó encinta. Después que Isabel completase su quinto mes de embarazo, su pariente María fue visitada por el mismo ángel, Gabriel. María fue cubierta por el espíritu santo y, aunque seguía siendo virgen, quedó embarazada de Jesús. Entonces, María se fue a visitar a su pariente Isabel, porque el ángel le había dicho que ella estaba en su sexto mes de embarazo. María regresó a su hogar tres meses después (Lucas 1:23-45 y Lucas 1:56).

Isabel dio a luz y, al octavo día, llevaron al bebé a ser circuncidado, tal y como exigían las normas religiosas. Sus vecinos y parientes habían asumido que el hijo se llamaría como su padre, siguiendo la costumbre. Isabel, no obstante, insistió en que su nombre fuera Juan, por lo que la familia preguntó a su marido. Entonces, Zacarías escribió en una tabla "Su nombre es Juan" y, a continuación, recuperó el habla y bendijo "al Señor Dios de Israel" con una profecía conocida por algunos como Benedictus (Lucas 1:57-79). El hijo creció y "fortaleció su espíritu", pero se retiró a los desiertos de Judea hasta que asumió su ministerio religioso, ganándose el nombre de Juan el Bautista (Lucas 1:80Lucas 3:2-3 y Mateo 3:1).

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