domingo, 19 de maio de 2019

Cesar Vicente en "Dolor y gloria " (2019)


 Cuando se llevó a cabo esta entrevista, César ya había visto la película, con lo cual era consciente de la sensualidad que despierta la secuencia de su desnudo, que a su vez provoca el desmayo febril del niño Salvador. “Me impactó verlo. Es raro, y más en una peli: con musiquita, tan bien iluminado…, queda bonito”, afirma. “Pero yo nunca me había grabado desnudo… Pasé frío, tenía que estar echándome agua todo el rato… Y al principio estaba súper acojonao, con tanta gente delante”. Se le pasó pronto, por lo que cuenta. “Entre tomas me traían una toalla y ya decía ‘no, no hace falta’, y me daba vueltas desnudo por la cueva… Me liberé”. Su primera película y ya un desnudo integral, algo que asegura que solo le preocupa un poco por sus padres. “No es que le gustara mucho a mi padre de primeras…, mi madre está encantada”. [...]

Me enamoré locamente de un amigo mío, que es muy hetero, muy pesado con sus novias”, recuerda entre risas. “Sigue siendo mi mejor amigo, aunque llevo tiempo sin verle. En su día le dije ‘tío, me gustas’. Creo que no lo entendió, porque solo me dijo ‘yo también te quiero’. Estaba claro que lo que yo sentía por él no era lo mismo que lo que él sentía por mí… Pues guay”. Así de pragmático parece ser también César.

Cuando le comento que me parece muy bien que diga abiertamente que es gay, puntualiza. “No es que sea gay, gay, gay. El hombre me puede, la verdad… Pero me gustan las chicas, y los chicos, y los maniquíes…”. No puede evitar el guiño al clásico de Radio Futura Enamorado de la moda juvenil mientras ríe. “No, los maniquíes no me gustan”, otra puntualización que recogemos. “Soy muy femenino, lo sé, y no lo voy a ocultar, porque si lo escondiera sería un César incompleto, y me siento a gusto como soy. Pero no me defino como gay, soy… yo”.

Entrevista en Shangay

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