sábado, 9 de marzo de 2019

Lorca en Asquerosa

 

García Carrillo  insistía en que Lorca siemre contaba que, cuando era un crío en la Vega de Granada, jabía "jugado" con todos sus compañeros. <<Mira, Pepe -decía-, cuando yo era así de pequeño, ya se la había meneado a todos ellos>>. <<Yo he estado con todos los chicos de Asquerosa>>, aseguraba. Y sigue contando Carrillo: "Adoraba a los campesinos y en especial a los catetos; le gustaban sucios y sudorosos. Cuando volvía a Granada desde Madrid le encantaba pasarlo bien, y nosotros teníamos que decirle que anduviese con cuidado, que él se podía largar pero nosotros no, y que nos comprometía. Se sabía en toda Granada que era maricón perdido; pero la gente lo aceptaba porque él se imponía con su personalidad. Vivía con una tremenda intensidad, como si supiera que le quedaba poco tiempo. Yo diría que tenía un apego casi histérico a la vida".
Ian Gibson: Lorca y el mundo gay (p.324-325)

Ningún comentario:

Publicar un comentario

A música calada, a soedade sonora