mércores, 27 de febreiro de 2019

Bruce Chatwin: En la Patagonia (Capítulo LIII)

El estrecho de Magallanes es otro ejemplo de la forma en que la naturaleza imita al arte. Un cartógrafo de Nuremberg, M. Beheim, dibujó el Paso del Sudoeste para que Magallanes lo descubriera. Su premisa era perfectamente lógica. América del Sur, aunque muy peculiar, era normal cuando se la comparaba en el Ignoto Continente Antártico, el Antictono de los pitagóricos, marcado con la leyenda NIEBLAS en los mapas medievales. 
En este mundo del revés, la nieve caía hacia arriba, los árboles crecían hacia abajo, el sol irradiaba luz negra y los habitantes de las Antípodas, que tenían dieciséis dedos, bailaban hasta entrar en éxtasis. NOSOTROS NO PODEMOS LLEGAS A ELLOS -se decía-, NI ELLOS PUEDEN LLEGAR A NOSOTROS. Evidentemente, una franja de agua tenía que separar este país quimérico del resto de la Creación.

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A música calada, a soedade sonora