sábado, 24 de marzo de 2018

Sodomitas de Valencia: IX.-Declaraciones espontáneas de Manuel Romá, aprendiz de cirujano, de catorce años (6.06.1712)

  ( ... ) Habrá como cuatro domingos que yendo éste a mercar carne, halló en el mercado a T. Nicolá, que no le sabe otro nombre, que le parece es de nación napolitano ( ... ) y habiendo el declarante trabado conversación con el dicho Nicolá en el dicho mercado, dicho Nicolá le cogió la mano y con el dedo de en medio le rascó la palma de la mano y el declarante hizo lo propio con él, rascándole también la palma de la mano a dicho Nicolá, porque ya entendía lo que quería decir (pues ya con otros que declara más adelante le había pasado lo propio y le habían dicho lo que aquella acción significaba), y dicho Nicolá le dijo que éste daría un real si se lo dejaba meter por el culo y éste por el interés de lo que le ofrecía, le respondio: «ya habríamos de estar en eso», y dicho Nicolá le dijo:«pues vamos a la pescatería, donde hay letrinas, y allí lo haremos», y éste no quiso convenir fuesen a dicho puesto y le dijo al dicho Nicolá mejor puesto era ir a las letrinas de San Juan del mercado, como con efecto fueron; pero viendo que entraban y salían muchos sacerdotes y no tenían ocasión de ejecutar su mal intento, dijo el declarante no quería esperar más y dicho Nicolá le respondió: <pues vamos a la pescatería», y éste convino en ello, yendo delante, y le esperó a la puerta de dicha pescatería, y llegando dicho Nicolá, ambos se entraron en unas letrinas que están en una plazuela que está dentro de dicha pescatería, y dentro que estuvieron, se quitaron las capas y se bajaron los calzones, y poniéndose el declarante el cuerpo doblado, estribando las manos en la pared y sacando el culo, dicho Nicolá sacó el miembro y viendo no le tenía tieso le dijo a éste que le hiciese la puñeta para que se le pusiera tieso, y éste, levantándose de la postura en que estaba, le cogió el miembro en las manos y empezó a meneársele y hacerle la puñeta, y dicho Nicolá al mismo tiempo le abrazaba y besaba muchas veces hasta que vio estaba el miembro ya tieso, y haciendo poner al declarante en la mesma postura, le metió parte del miembro por el agujero del culo, que éste reconoció ser el miembro muy gordo por el dolor que sintió, y le parece también que dicho Nicolá sintió dolor en el miembro, pues luego que lo metió lo volvió a sacar, y dijo se le había bajado, que le volviese a hacer la puñeta, y éste lo ejecutó como en la antecedente, y volviéndose a poner tieso dicho miembro, dicho Nicolá dijo a éste se pusiese en postura como la otra vez, lo que ejecutó éste, y volviendo a meter dicho Nicolá parte del miembro por el agujero del culo, sucedió lo mismo que la vez antecedente, de bajársele el miembro y dijo Nicolá a éste: «vuélveme a hacer la puñeta» y éste, levantándose de la postura en que estaba, cogió el miembro en las manos como las otras veces, precediendo también los mesmos abrazos y ósculos al tiempo de hacerle la puñeta, y viendo también con esto se le había puesto el miembro tieso, le dijo el declarante: «vamos, hombre, que si no lo haces de esta vez, aunque no me des dinero me iré», y esto lo dijo estando ya en postura para que se lo metiese, como con efecto el dicho Nicolá por el agujero del culo le metió parte del miembro, el cual le detuvo dentro muy poco, porque como se hallaba ya el agujero del culo mojado, el propio miembro se salió y éste no puede decir con certeza si seminó dentro, o al entrar, si sólo se halló todo mojado, pues éste nunca ha conocido con todos los actos que ha tenido con dicho Nicolá, ni con los demás, si seminaban dentro, ni cuándo seminaban, pues sólo conocía, acabados los actos, le salía del ojo del culo una agua blanca muy espesa. Y volviéndose a subir los calzones ambos, dijo dicho Nicolá que tomase un sueldo del real que le había prometido, que pues no lo había metido bastante, tenía en un sueldo, y éste tomó el sueldo y le respondió éste: «hombre, me lo has metido tres o cuatro veces,  ¿de qué te quejas?», y él respondió:

«Menacha (sic) la Verge Santísima, que no te lo he metido».

A.H.N., lnq., leg. 560, n.º 11 


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