-Hubo una pausa.
- “¿Quieres hablar de ello?”, preguntó Piglet.
- “Está bien”, dijo Piglet, y vino y se sentó junto a su amigo.
- “¿Qué estás haciendo?”, preguntó Pooh.
- “Nada realmente”, dijo Piglet.
“Solo sé cómo son los días difíciles.
A menudo tampoco tengo ganas de hablar de ello en mis días difíciles.”
Sin embargo, -continuó Piglet-
“Los días difíciles son mucho más fáciles cuando sabes que tienes a alguien ahí para ti. Y yo siempre estaré ahí para ti, Pooh”.
Y mientras Pooh permanecía allí sentado, dando vueltas en su cabeza acerca de su Día Difícil, el confiable Piglet sentado junto a él en silencio, solo balanceaba sus pequeñas patas...
Pooh pensó que su mejor amigo nunca había tenido más razón que ese día.
Ningún comentario:
Publicar un comentario